Dicen que si navegas de noche por los míticos Mares del Sur a la altura de Chiloé (archipiélago al sur de Chile), o por los canales que abundan en esa zona, no debes bajar la guardia, podrías ser testigo de un extraño espectáculo que quizá no puedas contar nunca: la aparición del temible CALEUCHE te helará la sangre.
Nadie sabe de dónde viene ni desde cuando, solamente que es un velero blanco que navega solo por la noche, y si esta es muy oscura se ilumina con un brillo espectral destacando un intenso color rojo, pero jamás lo verás a la luz del día. Cuentan que su tripulación está compuesta por poderosísimos magos cuyo capitán se traslada desde tierra hasta él a lomos de un caballito de mar. La actividad más reconocida del CALEUCHE es la recogida de náufragos ahogados para subirlos a bordo, quienes nada más pisar su borda vuelven a la vida por toda la eternidad y pasan a formar parte de la tripulación. Algunas malas lenguas afirman que estos retornados a la vida quedan deformes, con una pierna cruzada a la espalda por lo que tienen que caminar a saltos con la otra; también dicen que son tontos desmemoriados, porque los brujos no quieren que sean capaces de recordar ningún detalle que luego puedan divulgar. ¿Pero quién conoce la verdad si nadie ha podido verlo? ¿O quizá sí?
Cuentan que si te tropiezas con él cosas fabulosas acontecerían: el CALEUCHE podría volverse invisible o convertirse en un inofensivo tronco flotante el cual, si te acercas para cogerlo, simplemente retrocede. Pudiera ser que se rodeara de una espesa niebla que al disiparse te dejara ver... nada. O tal vez, le cayeras en gracia y te llevase a ver maravillosas ciudades submarinas y te revelara el lugar donde hallar magníficos tesoros, pero ¡mantén el secreto!, porque dicen que si confiesas cualquier detalle relacionado con ellos podrías ser víctima de sortilegios que harían que tu boca quedase torcida, o tu cabeza se diera la vuelta, o incluso, podrías tener una muerte terrible, y lo mismo cuentan que les hacen a los curiosos mal intencionados. Algunos lugareños, repentinamente tuvieron una gran fortuna que derrochar y sus vecinos quedaron convencidos de que hicieron tratos con el CALEUCHE, pero jamás sabremos si es cierto porque ellos no lo contarán, si así lo hicieran la próxima vez que se encuentren con el barco mágico podrían padecer terribles sufrimientos.
Cuentan que de su interior sale, envolviéndolo todo, una melodiosa y sonora musiquilla producida por extraños instrumentos que atraen a los náufragos, o a los tripulantes de otros barcos que inexorablemente acabarán pasando a formar parte inmediatamente de su dotación.
Verlo o escucharlo es síntoma de desastre, naufragio, muerte. Pero también de esperanza, si le caes bien quizá te ayude a encontrar un tesoro, pero no lo reveles nunca, ¡sssssh...! ya sabes por qué.
Dicen...
© Coral y Ramiro González
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