sábado, 10 de octubre de 2009

U-135

La localización geoestratégica de las Islas Canarias en tanto que enlace tricontinental, hizo que durante la Primera y, sobre todo, durante la Segunda Guerra Mundial, este archipiélago se convirtiese en una plaza apetecible tanto para Alemania como para Inglaterra, por las características propiciatorias que, como base de aprovisionamiento y lanzadera tanto para buques de superficie como para submarinos, podían proporcionar estas Islas.

Por ello, durante la Primera Guerra Mundial, hubo en aguas de Canarias algunas escaramuzas navales, como el ataque, el domingo 30 de diciembre de 1917, al mercante español JOAQUÍN MAMBRÚ de 2.703 toneladas, torpedeado y hundido, cuyos tripulantes salvaron la vida casi de milagro, llegando en lanchas a Santa Cruz de La Palma y al puerto de la Luz de Las Palmas de Gran Canaria. También es de destacar el ataque acaecido dos domingos después, concretamente el 13 de enero de 1918, cuando submarinos alemanes torpedearon a un buque holandés a 21 millas de las costas de la isla de Fuerteventura.

Tanto durante la Primera como en la Segunda Guerra Mundial, aliados y alemanes merodearon incesantemente las aguas del archipiélago canario a sabiendas de que, como España permanecía neutral, en los puertos isleños llegaron a refugiarse muchos buques mercantes de diversas nacionalidades, presas favoritas de los contendientes, puesto que con su hundimiento se cortaba cualquier posibilidad de suministro en las rutas del Atlántico.

Durante la década de los años 30 del siglo XX diversas unidades de la Marina del III Reich visitaron las Islas Canarias, como lo prueba la presencia del crucero alemán ENDEM fondeado en Santa Cruz de La Palma el 17 de noviembre de 1934, que venía bajo el mando de un joven capitán de fragata llamado Karl Döenitz. También visitó el puerto de Santa Cruz de Tenerife en abril de 1936, siendo en ambos casos agasajada su tripulación por la sociedad isleña de la época. Uno de los buques insignias de la Marina alemana, el acorazado DEUTSCHLAND llegaba a Santa Cruz de La Palma el 11 de octubre de 1938, escoltado por los submarinos U-30 y U-27 (ambos del tipo VII). El U-27 participaría en la Guerra Civil Española.

La importancia estratégica de Canarias en el Atlántico fue de tal calado para Alemania que, durante la Segunda Guerra Mundial, el Alto Mando alemán diseñó la denominada “Operación Félix” consistente en la invasión de Gibraltar y, a continuación, de las islas portuguesas y españolas, con lo que proyectaban el corte de suministros y combustible a los Aliados a través del Atlántico. Esta operación tenía fecha de inicio, concretamente el 10 de enero de 1941, pero jamás se llevó a efecto, principalmente por las prácticas dilatorias que el general Franco ejercía con el III Reich, sobre todo a partir de su encuentro con Hitler en Hendaya el 23 de octubre de 1940. También influyó el que, en el ínterin, Hitler diera prioridad al ataque a la Rusia de Stalin, luctuosa acción que el ejército alemán denominó “Operación Barbarroja”.

Sería sobre todo durante esta segunda gran guerra cuando las aguas del Atlántico se verían literalmente sembradas de submarinos nazis reunidos en flotillas, las llamadas “manadas de lobos” del ya ascendido a almirante, Karl Döenitz (jefe de la flota de submarinos), que se agrupaban, dividían y cambiaban permanentemente de configuración y de rutas, misionados para hundir la mayor cantidad de tonelaje aliado posible, garantizando así el debilitamiento de Inglaterra, por la imposibilidad de suministro que este peligro real venía a representar, sobre todo durante los primeros años de la contienda.

Entre los U-Boote nazis construidos expresamente para estas misiones, queremos hoy destacar la historia del U-135.

Su construcción fue ordenada el 7 de agosto de 1939. Con nº de grada 14, la quilla de este submarino oceánico del tipo VIIC (1) fue colocada el 16 de septiembre de este mismo año en los astilleros Vulkan Vegesack Werf de Bremen, a orillas del río Wesser, al noroeste de Alemania. Una vez terminada su construcción, fue botado el 12 de junio de 1941.



...................... Torreta emergida del U-135

El U-135, como los demás de su tipo, era un sumergible de casco único, es decir que el casco de presión y el casco exterior constituían una misma unidad. Tenía una eslora de 67,1 m., una manga total de 6,18 m. y un calado de 4,74 m, capaz de desplazar 769 toneladas en superficie y 871 sumergido. Su aparato motor estaba compuesto por dos motores diesel Man sobrealimentados, de 6 cilindros, acoplados con dos motores eléctricos AEG y baterías con capacidad de algo más de 9.000 amperios por hora, que entregaban su potencia a dos hélices de tres palas cada una y 1,62 m. de diámetro, capaces de imprimirle una velocidad máxima de 17,6 millas por hora en superficie y 7,6 en inmersión. Su autonomía máxima en superficie podía llegar hasta las 9.400 millas en el mejor de los casos, pero en inmersión no podía bajo circunstancia alguna superar las 120 millas aun navegando en la velocidad más económica (2 nudos). Con una tripulación compuesta por 4 oficiales y en torno a 40 hombres de marinería, su capacidad de inmersión en condiciones operativas de combate llegaba hasta los 165 m., considerándose su cota de colapso en los 280 m. de profundidad.

Estaba equipado con cuatro tubos lanzatorpedos inclinados a proa y uno recto a popa, y una capacidad de almacenaje de catorce torpedos, y entre veintidós y treinta y tres minas, además montaba artillería estándar de superficie con munición de 88 mm. y de 20 mm estibada en compartimentos estancos en cubierta. Disponía de periscopios de navegación/observación y de ataque, equipos de sonar y de radio. Aunque no montaba equipo de radar, sí estaba dotado de hidrófonos.

Una curiosidad: disponía de un solo ancla, alojada a proa en su escobén de estribor.

Una vez realizadas las correspondientes pruebas de mar, en agosto de 1941, el U-135 fue agregado a la 5ª Flotilla de U-boote con base en Kiel, en la costa alemana del Mar Báltico, donde permaneció hasta que, el día de Nochebuena de ese año, es comisionado para su primera patrulla en aguas del Atlántico Norte, hacia donde zarpa al mando del comandante Friedrich Hermann Praetorius. El 2 de enero de 1942 recibe la orden de dirigirse hacia el Newfounland Bank, al sur de Terranova, con la consigna de operar entre este punto y Nueva Escocia (en aguas norteamericanas). Durante este operativo, el 22 de enero, cuando patrullaba a la zaga del convoy ON54, el U-135 localiza al mercante a vapor belga SS GANDIA, de 9.626 toneladas, navegando algo retrasado, al que torpedea y hunde hacia las 10:30 de la noche.

Tras este ataque, recibe orden de volver a Europa con dirección a su nueva base de St. Nazaire, en la costa francesa al norte del Golfo de Vizcaya, a donde arriba el 31 de enero, quedando agregado a la 7ª Flotilla. Debidamente aprovisionado, zarpa nuevamente el 22 de febrero con el mismo comandante, comisionado en su segunda salida de patrulla para tareas de vigilancia entre el Mar de las Hébridas y el oeste de las Islas Feröe, en dirección norte, misión que se justificaba por las sospechas de Hitler de una posible invasión de Noruega.

Estando en estas labores de vigilancia, el 11 de marzo recibe una comunicación en la que se le ordena agregarse al Grupo Naval del Norte para configurar a su vez el Grupo York junto con los sumergibles U-569, U-701 y U-553 (todos del tipo VIIC) con la misión de desplegarse entre las islas Feröe y las Shetlands y cerrar el paso de varias unidades navales inglesas avistadas al noreste de las Feröe el día anterior. Tras dos semanas de infructuosa espera, el grupo acabó por disgregarse, dirigiéndose el U-135 hacia el puerto de Brest (en la Bretaña francesa), donde arribó el 3 de abril.

Tras las correspondientes tareas de reaprovisionamiento, suministro y mantenimiento, zarpó el día 26 de abril nuevamente bajo el mando del comandante Praetorius para iniciar su tercera patrulla, otra vez en aguas estadounidenses del norte, donde en las primeras horas del 17 de mayo localizó, atacó y hundió al vapor inglés SS FORT QU’APPELLE, de 7.127 toneladas, hecho que se verificó a 700 millas al este de Nueva York.

Cuatro días después recibió orden de agregarse al Grupo Pfadfinder que, compuesto por ocho sumergibles, se encontraba identificando y registrando las rutas seguidas por los mercantes desde de Nueva York hacia América Central y del Sur. Tras varias jornadas de vigilancia, el grupo se deshizo, dirigiéndose hacia la costa norteamericana. El U-135 escogió como zona de operaciones las aguas del Cabo Hatteras (Carolina del Norte), desde donde, posteriormente, navegando hacia el este, se dirigió a Bermudas. El día 8 de junio localizó, torpedeó y hundió al vapor mercante de bandera noruega MV PLEASANTVILLE, de 4.549 toneladas.

Tras más de cuarenta días de navegación, a su vuelta a Europa el U-135 tuvo que ser reabastecido de combustible por el submarino de suministro U-459 (del tipo XIV) en aguas cercanas a las Islas Azores, tras lo cual continuó viaje hacia St. Nazaire, adonde arribó el 5 de julio de 1942.

Tras cumplimentarse el reaprovisionamiento correspondiente, zarpa el 8 de agosto bajo el mando del comandante Preatorius con órdenes de operar en el Atlántico Norte como agregado al Grupo Lohs que se encontraba desplegado al oeste de Irlanda. Por el camino, el U135 fue atacado por un avión aliado que causó la muerte de dos de sus tripulantes, aunque no llegó a provocar daños de importancia en la estructura del submarino. Una vez superado este incidente e incorporado al Grupo Lohs, el U-256 (del tipo VIIC), bajo el mando del comandante Odo Loewe, consiguió establecer contacto con el convoy SC95 (que había partido de Halifax el 4 de agosto, con destino a Liverpool), atacando y hundiendo a dos de los mercantes. El día 21 del mismo mes el Grupo Lohs aproó hacia el norte, donde el U-135 ocupó la posición de cola de la línea de despliegue, desde la cual pudo localizar al día siguiente al convoy ON122 (que había zarpado de Liverpool el 15 de agosto con destino a Norteamérica), al cual atacó durante la noche del día siguiente, debiendo desistir pronto de su acoso debido al mal tiempo reinante que le hizo perder el contacto. Hasta el día 25 otro submarino del grupo no consiguió localizar nuevamente al convoy en medio de una espesa niebla, pese a lo cual pudo torpedear y hundir a cuatro mercantes.

Tras este ataque, los submarinos del Grupo aproaron hacia el sur en dirección a las Azores, donde a partir del 29 de agosto y en días sucesivos fueron suministrados de combustible por el U-462 (tipo XIV). Terminado el abastecimiento se reagruparon nuevamente navegando hacia el oeste, tras lo cual formaron una línea de vigilancia a unas 400 millas al noroeste del Cabo Race en aguas de Terranova. Como es sabido, en estas latitudes el tiempo tiende a empeorar con súbita frecuencia, por lo que, pese a localizar hacia mediados de septiembre al convoy SC100 (que había zarpado de Halifax el 12 de septiembre en dirección a Liverpool) hacia el sur de su posición, solamente el U-596 (del tipo VIIC) pudo acercarse al convoy, atacar y hundir a un mercante antes de que el fuerte temporal reinante el día 22 hiciera desistir al resto de los submarinos del grupo, hasta que, ya amainado hacia el día 24, fue localizado nuevamente el convoy, siendo hundido cuatro mercantes en la mañana del 25 de septiembre. A partir de este momento, el U-135 pondría rumbo de vuelta hacia St. Nazaire, donde amarró el 3 de octubre de 1942.

Tras el reposo de motores y tripulación, y el reabastecimiento de combustible, armamento y despensa, zarpó de su base el 21 de noviembre, esta vez al mando de Heinz Schültt, con órdenes específicas de agregarse al Grupo Panzer, apostado al oeste del Canal del Norte (Atlántico Norte), donde se formó una línea de vigilancia de 800 millas que llegaba hasta el este de Newfounland, a donde llegaron hacia el 4 de diciembre. Patrullando estas aguas, fue localizado el convoy HX 217 (que había zarpado el 27 de noviembre de Nueva York con destino a Liverpool) al noroeste de su localización debido a la interceptación de una comunicación radiofónica por parte del receptor de VHF del U-524 (del tipo IXc). Puesto en modo de persecución, el grupo pudo localizar al convoy durante el día 6 de diciembre, pero debido al mal tiempo reinante (bueno para el convoy) perdieron el rastro hasta la mañana del día siguiente, en que varios submarinos reiniciaron el acoso, aunque la súbita presencia de un avión Liberator del 120 escuadrón les hizo desistir nuevamente, socorriendo así a las unidades del convoy. Con tenacidad canina, la “manada de lobos”, a la que se había unido algunas unidades del Grupo Draufgänger, reanudó la persecución en los días posteriores, pero debido a las escaramuzas con la protección aérea del convoy, pudieron hundir únicamente dos mercantes. Los escoltas del convoy venderían caros sus buques: en la refriega también serían hundidos dos submarinos.

Después de este ataque, los U-135, U-439 y U-211 (todos del tipo VIIC) se sumaron al Grupo Raufbold apostado al oeste de Irlanda. El 15 de diciembre un sumergible de este grupo localizó al convoy ON 153 (que había zarpado de Liverpool el 11 de diciembre con destino a Nueva York), que en ese momento cruzaba por la mitad de la línea de vigilancia, torpedeando a dos de los mercantes durante la noche, uno de los cuales acabó en el fondo. El acoso a este convoy se mantuvo hasta el día 21, pero afortunadamente el mal tiempo vino en socorro del convoy, siendo hundido solamente otro mercante y el destructor de escolta de la clase “F” HMS FIREDRAKE de la Royal Navy.

Una vez concluida la refriega, el U-135 volvería a su base, donde llegó durante el 26 de diciembre. Tras casi un mes de descanso, volvería a hacerse a la mar el 24 de enero de 1943 bajo el mando de Heinz Schütt. Esta vez la misión consistía en agregarse al Grupo Pfeil hacia el centro del Atlántico Norte, donde habían previsto el paso del convoy SC 118, el cual fue localizado el 4 de febrero por el U-187 (del tipo IXc). Comunicada su presencia, durante los siguientes cinco días los U-boote de este Grupo y los del Grupo Haudegen, 20 submarinos en total, sembrarán de dolor y muerte el Atlántico, tras atacar y hundir con sangrienta tenacidad un total de 12 unidades del convoy, pese a la protección aérea que dio con dos submarinos en fondo, además de los daños ocasionados en el U-135 por un avión Liberator del 120 escuadrón.

Una vez dada por finalizadas las operaciones, el U-135 arrumbó hacia el este de Newfoundland, donde fue aprovisionado por el submarino U-460 (tipo XIV). Después, a mediados de febrero de 1943, fue agregado al Grupo Neptun apostado al suroeste de Islandia para interceptar y atacar al convoy HX 226 (que había zarpado de Nueva York el 8 de febrero) pudiendo éste esquivar el cerco durante el día 20, pasando al norte de la patrulla, y llegando a Liverpool el día 24.

Los capitanes de los barcos aliados estaban aprendiendo las pautas de movimiento de los submarinos nazis. Otro convoy, el SC120, también lograría esquivar a las “manadas de lobos” pocos días después.

Peor suerte correría el convoy HX 227 localizado el 27 de febrero por el U-759 (del tipo VIIC). Acto seguido daría comienzo el acoso por parte de 6 submarinos del Grupo Neptun, entre los que se encontraba el U-135. Dos de los submarinos torpedearon y hundieron a dos mercantes, pero por fortuna el mal tiempo reinante quiso aliarse con el convoy haciendo retirarse a los 6 submarinos que, el 1 de marzo, localizaron a otro convoy, el ON 168, pero el contacto era débil y acabó por perderse, dando por finalizada la operación, tras la cual el U-135 regresó a su base de St. Nazaire, quedando amarrado el 10 de marzo.

Después de un largo período de descanso y puesta a punto, volvería a zarpar el 7 de junio de 1943, esta vez comandado por el alférez de navío Otto Luther, cambiando su zona de patrulla, siéndole asignado el Atlántico central, donde el día 17 intercepta y ataca al convoy OS 51, dañando a un carguero al este de la isla canaria de Lanzarote. En el transcurso de este ataque el U 135 fue localizado y cercado por el crucero de la clase Shoreham HMS ROCHESTER y por las corbetas HMS MINGONETTE y HMS BALSAM, todos de la Royal Navy, siendo sometido a una lluvia de 90 cargas de profundidad. Ante la imposibilidad de seguir soportando la explosión de las cargas, el U-135 se vio en la necesidad de emerger, siendo atacado por el presto fuego artillero de superficie de las unidades británicas. Al olor de la contienda apareció en el cielo un avión Catalina del VP-92 escuadrón de la US Navy que, tras ametrallar al sumergible, le lanzó 4 cargas de profundidad. Finalmente, el HMS BALSAM, tras dar tiempo a que los 41 supervivientes desembarcaran (murieron 5 tripulantes, el resto fueron capturados), lo embestiría y haría zozobrar en la posición 28º20’N – 13º17’W, frente a Las Salinas, al suroeste de Fuerteventura. Y aquí acabaron las andanzas de este submarino feroz.

Otros cinco submarinos alemanes fueron hundidos en aguas de las Islas Canarias durante esta guerra, U-111, U-524, U-167, U-118 y U-543, todos ellos (salvo el U-167, reflotado por la Armada Española en 1951 para aprovechar los torpedos) duermen para siempre en los fondos canarios como testigos mudos de lo que nunca debió suceder.

Llegados a este punto final de la narración, se hace necesario, estimado/a lector/a que hagamos juntos un pequeño ejercicio de reflexión. ¿Podemos imaginar siquiera el dolor generado por los miles y miles de muertos y mutilados y el dolor de las familias de cuantos perecieron en los convoyes aliados durante la II Guerra Mundial? No, no podemos. Solo podemos alabar la enorme pericia y el arrojo de capitanes y tripulaciones aliadas que, sabedoras del destino de muerte real que les esperaba en el Atlántico, arriesgaron sus vidas (y muchos la perdieron) intentando comunicar Europa con América. Solo en el año 1943 fueron hundidos en todo el mundo 597 buques aliados y neutrales y 242 sumergibles nazis. ¿Sabéis cuántos tripulantes de submarinos alemanes fueron enrolados durante esta guerra? 40.000. De ellos 30.000 jamás regresaron a casa. Esto nos debe obligar a meditar serenamente sobre las miserias de la guerra… Las miserias de la guerra.

(1).- En total, se construyeron durante la guerra 661 unidades del tipo VIIC.

© Ramiro y Coral González.
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Fuentes consultadas:

Fondo documental del Instituto Nacional de Estadística. Web:
www.ine.es/inebaseweb/
Página web
http://www.warsailors.com/convoys/index.html
Página web:
http://www.u-historia.com/
Página web:
http://www.uboat.net/
Periódico El Día, de Tenerife, 15.11.1998. Artículo de Redacción: Hundidos en aguas de Canarias.
Crónica miliar y política de la Segunda Guerra Mundial. Editorial Sarpe. 1981.

MCS FANTASÍA


Lujo sobre el mar

Los astilleros Aker Yards (actualmente denominados STX Europe) de Saint Nazaire, en Francia, han constituido la cuna de los cruceros que han sido concebidos con la vocación de ser si no los más grandes del mundo en tamaño, si de los más importantes en calidad. Se materializa así la intención de la naviera MSC Cruceros de crear una importante flota para satisfacer la demanda de todos los aficionados a este tipo de viajes de recreo. MSC Cruceros contaba en el año 2003 tan solo con tres barcos, pero un proyecto de desarrollo, con un plan de inversión total de 5.500 millones de euros, les llevará a tener en 2010 doce buques a cual más bello y lujoso, convirtiéndola en la empresa de mayor crecimiento del mundo y poseedora de la flota más moderna y joven de todas cuantas haya.

Actualmente la flota de trasatlánticos de MSC Cruceros está compuesta por los siguientes buques:

MSC MELODY: Fue el primero en ser construido (2003), y es el crucero más clásico de la flota.
MSC LÍRICA (2003), MSC OPERA (2004), MSC ARMONÍA (2004) y MSC SINFONÍA (2005): Pertenecen a la clase “Lírica”. Tienen un desplazamiento de 60.000 toneladas y capacidad para 2.200 pasajeros cada una de las unidades.
MSC MÚSICA (2006), MSC ORCHESTRA (2007) y MSC POESÍA (2008): Pertenecen a la clase “Música”. Mayores en tamaño que los anteriores, tienen un desplazamiento de 90.000 toneladas y capacidad para 3.000 pasajeros.
MSC FANTASÍA (2008) y MSC SPLENDIDA (2009): Pertenecen a la clase “Fantasía”. Con un desplazamiento máximo de 138.000 toneladas y capacidad en origen para 3.959 pasajeros, son los buques más grandes construidos para un armador europeo.
En construcción se encuentra el MSC MAGNIFICA (clase “Música”), que se espera que entre en servicio para marzo de 2010.


Como ejemplo de estos trasatlánticos, queremos hoy destacar al MSC FANTASÍA, número diez de la Compañía. Visitó el puerto de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias) por primera vez el sábado 10 de enero de 2009 haciendo una majestuosa entrada al Muelle Sur, y regalando a los presentes su imponente estampa, no en vano se trata de uno de los trasatlánticos más grandes construidos en la actualidad.

Allí quedaron atracados sus 333 m. de eslora, 38 metros de manga y un puntal de 60 metros distribuidos en dieciocho cubiertas. Sus potentes motores alcanzan una velocidad de crucero de 23 nudos para desplazar 135.500 toneladas

Los aludidos astilleros Aker Yards vieron como desde el otoño de 2007 crecía este coloso a lo largo de los meses, supervisados estos trabajos en todo momento por el Departamento Técnico de MSC, debido a la enorme importancia que da la naviera a los detalles; este celo en el desarrollo del proyecto les hizo merecedores de un premio de la empresa Bureau Veritas por su nivel en el control de calidad.

Para su construcción se han empleado técnicas y materiales de vanguardia, hasta el punto de que se han utilizado sistemas modulares y de prefabricación para rentabilizar al máximo el tiempo, y por ende, los costos. Y no se ha olvidado el respeto por el medio ambiente, un ejemplo, las aguas residuales son tratadas para su reutilización con fines técnicos. Por otro lado, el ahorro de energía está garantizado con los sistemas de control instalados en todas las cabinas y zonas comunes para conseguir mejorar de un modo sostenible el gasto de electricidad, lo que reduce notablemente el consumo de combustible, y, en consecuencia, la emisión de gases improcedentes para el medio ambiente; además, el sistema de aire acondicionado no solo lo recicla, sino que permite disminuir su uso en función de las necesidades del lugar. Todo ello debidamente complementado con la utilización de materiales de última generación para el aislamiento térmico, y también acústico.

El proyecto tanto exterior como interior fue elaborado por el prestigioso estudio De Jorio Design International, de Génova, una empresa que se ha hecho un gran nombre internacional en el diseño y arquitectura naval y en el cual, la naviera MSC ha puesto toda su confianza para llevar a buen fin su plan de expansión.

Su interior es una muestra del estilo típicamente italiano, que huye de la acumulación de objetos, prefiriendo el detalle y consiguiendo ambientes más distinguidos. Los elementos decorativos, así como el mobiliario son exclusivos, y algunos de ellos diseñados sólo para el MSC FANTASÍA.


Este trasatlántico de bandera italiana tiene capacidad actual para 4.100 pasajeros alojados en 1.637 camarotes, con una disponibilidad máxima de cuatro ocupantes cada uno. Al tratarse de un buque del tipo “Vista”, la mayoría de sus cabinas, el 80%, son exteriores, 1.258 de ellas con balcón. Los camarotes están equipados con aire acondicionado, aparato de televisión, de radio, minibar, caja de seguridad, y servicio de habitaciones las veinticuatro horas. Gran parte de ellos disponen conexión para ordenadores portátiles, aunque este servicio no es gratuito. Las personas con algún problema de movilidad no han sido olvidadas y cuentan con cuarenta y tres camarotes especialmente adaptados para que todo el mundo se sienta cómodo.

Pero lo que hace peculiar al MSC FANTASIA es su zona de lujo con categoría de 6 estrellas. Se trata del “MSC Yacht Club” absolutamente exclusivo para personas muy exigentes. Las 99 cabinas que configuran esta zona son suites cuyo tamaño oscila entre los 18 y los 65 m², decoradas primorosamente —las paredes están recubiertas de maderas nobles, al igual que los muebles; los baños cuentan con profusión de mármol y el suelo es un cálido parquet entrelazado con mármol en tonos amarillos—; cuenta, al igual que el resto de los camarotes, con televisión, caja de seguridad, aire acondicionado y demás, pero la diferencia estriba en que dispone de servicio de mayordomo las veinticuatro horas del día. Este mayordomo se encarga desde la recepción del equipaje a las recomendaciones sobre vinos y puros, pasando por la organización de fiestas privadas si así se le pide, y además, sirve el té. Pero aún hay más. Esta zona VIP cuenta con recepción privada pues tiene acceso exclusivo, solo sus pasajeros pueden disponer de una piscina cubierta con techo de cristal retráctil, solarium, un salón panorámico en proa donde se puede disfrutar de espectaculares vistas y también disponen de dos bañeras de hidromasaje. La generación de adrenalina está garantizada mediante un simulador de Fórmula 1, el cual, por cierto, fue inaugurado por el piloto italiano Jarno Trulli; y la afición a las películas puede superar lo imaginable gracias a la sala de cine interactivo 4D. Una serie de pantallas mantendrá informados en todo momento a los viajeros de la ruta seguida y las condiciones meteorológicas. Desde el salón panorámico parte una espectacular escalera, construida en cristal Swarovski, que lleva a la cubierta 16, y el pavimento es de mosaico de mármol negro y amarillo.



El MSC FANTASIA cuenta con dieciocho cubiertas de las que trece (horror para los supersticiosos) están a disposición de los pasajeros, configurando un total de 27.000 m² de zonas comunes (1). El acceso a ellas se puede hacer gracias a los veinticinco ascensores repartidos por doquier, dos de ellos panorámicos —y uno es de uso exclusivo para los huéspedes del “MSC Yacht Club”—. Cuenta con cinco restaurantes entre los que destaca L’Etoile de cocina francesa, y diecinueve bares —Manhattan Jazz Bar o Sports Bar entre ellos—, de los cuales, Il Capuccino muestra una pequeña colección de cafeteras de diferentes épocas. Un salón de belleza y el MSC Aurea Spa, de estilo balinés —con una piscina para masajes relajantes, tratamientos de barro, vapor, masajes y demás—, cuidan del aspecto de los pasajeros en un espacio de 1.700 m². No hay lugar para el aburrimiento, cuatro piscinas exteriores, diez bañeras de hidromasaje, un teatro —L’Avanguardia, con capacidad para 1.603 espectadores—, una sala de exposiciones, un cine, una biblioteca, una macrodiscoteca, un casino que ocupa 1.000 m², una sala de juegos y por si fuera poco, 400 m² de zona comercial, donde se pueden encontrar las marcas más exclusivas, alrededor de una plaza de estilo genovés con fuente y todo, ofrecen un entretenimiento tranquilo y sin prisas. El deporte también es importante, y por ello el MSC FANTASIA ofrece pistas para jugar al baloncesto o al tenis, también se puede practicar jogging o minigolf. Los más pequeños tienen su lugar, se les ofrece a los padres servicio de guardería y diferentes actividades para que los niños y adolescentes no se sientan fuera de lugar. Por otro lado, al igual que se han diseñado camarotes específicos para personas con algún tipo de discapacidad, el resto del barco les facilita la movilidad y comunicación sea cual sea dicha discapacidad.

La naviera tomó posesión de su nueva propiedad el 11 de diciembre en una ceremonia en la que fue arriada la bandera francesa para izar la italiana, acto que fue amadrinado por Asia Aponte de cuatro años de edad, nieta del propietario de MSC Cruceros, Gianluigi Aponte (2). A continuación emprendió viaje desde Saint Nazaire hasta Nápoles tocando los puertos de Lisboa, Gibraltar, Alicante, Barcelona y Marsella.

El 18 de diciembre de 2008, en Nápoles, tuvo lugar su inauguración oficiando como madrina la actriz italiana Sophia Loren, en medio de una bonita fiesta. De inmediato, emprendió su itinerario inaugural zarpando desde Génova y que le llevaría durante 9 días a visitar Rodas, Alejandría, Mesina y Nápoles.

En los primero días de enero de 2009 puso rumbo al Atlántico para visitar Madeira, y Tenerife y Lanzarote en las Islas Canarias.

A partir de marzo de 2009 y hasta octubre del mismo año cumplimenta un itinerario por el Mediterráneo saliendo desde Barcelona, escogido este puerto como base, para visitar los puertos de Marsella, Génova, Nápoles, Palermo, Túnez, Palma de Mallorca y nuevamente a Barcelona. En noviembre y diciembre de 2009 iniciará su segunda ruta hacia el Atlántico, zarpando de Barcelona y haciendo escalas en Funchal, Santa Cruz de Tenerife, Arrecife de Lanzarote, Málaga, Civitavecchia, Génova para regresar nuevamente a Barcelona en un viaje de doce singladuras.

Desde las páginas de esta revista digital deseamos al MSC FANTASÍA buena mar y buena suerte.
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(1). Relacionadas de abajo arriba, las cubiertas destinadas al pasaje tienen las siguientes denominaciones: Fantasía (cubierta 5), Magnífico (cubierta 6), Sublime (cubierta 7), Favola (cubierta 8), Radioso (cubierta 9), Sogno (cubierta 10), Meraviglia (cubierta 11), Inncanto (cubierta 12), Arcobaleno (cubierta 13), Miraggio (cubierta 14), Splendido (cubierta 15), Aurora (cubierta 16) y Sun Deck (cubierta 18).

(2). El nacimiento de la MSC, siglas de la Mediterranean Shipping Company, la segunda Compañía más importante en el transporte de contenedores a nivel mundial, después de Maersk/SeaLand, tiene su origen en 1970, cuando el naviero italiano Gianluigi Aponte (nacido en Sorrento en 1940), compró en el mercado de segunda mano el buque PATRICIA (ex KORBACH) de 1.750 toneladas de registro bruto, construido en 1955 en los astilleros alemanes Jos L. Meyer, de Papenburg, con el objeto de destinarlo al tráfico en el Mediterráneo. En 1971, Gianluigi Aponte adquiere su segunda unidad, el RAFAELA (ex MAGDEBURG) de 2.441 toneladas de registro bruto, construido en 1952. A partir de este momento su Compañía tomaría su nombre definitivo, con el que permanece hasta hoy. Durante la década 1970-1980, MSC extendió sus rutas al Este de África, Noroeste de Europa y Oriente Medio, aumentando progresivamente la flota con buques de segunda mano, destacando entre ellos los GINA, PENNY S y GINA.

© Coral González

Principal fuente consultada:

http://www.msccruceros.es/