sábado, 8 de agosto de 2009

ANNA C

Vamos a dedicar hoy nuestro artículo a un discreto buque de mediana capacidad que visitaba el puerto de Santa Cruz de Tenerife en la década de los años cincuenta del pasado siglo. Aunque sin muchas vivencias importantes sobre sus cuadernas, pero merecedor de todos los respetos, esta es la historia del ANNA C.





Poco se imaginaba el joven genovés Giacomo Costa cuando, en 1854, fundó la pequeña empresa “Giacomo Costa fu Andrea”, dedicándose al transporte de aceite de oliva y de tejidos entre Génova y Cerdeña, que de su mano iba a nacer el concepto moderno de “vacaciones de crucero”.

A medida que la emigración italiana de finales del s. XIX y principios del s. XX se iba asentando en diversas partes del mundo, demandaban de Italia diversos productos, entre los que destacaba el aceite de oliva, centrando así la mayor parte de las exportaciones de la empresa Costa, que adquiría el aceite en varios países mediterráneos y lo hacía llegar casi a cualquier puerto donde fuese demandado este producto. A finales del s. XIX las exportaciones de Costa incluso llegaban a Australia. Giacomo Costa murió en 1916, pero sus tres hijos, Federico, Eugenio y Enrico, continuaron a buen ritmo los negocios paternos. Ya en 1920, convertida la firma “Giacomo Costa fu Andrea” en la mayor productora de aceite de oliva de Italia, sus exportaciones eran de tal calibre que comenzaron a comprar barcos de cabotaje para poder transportar sus mercancías al extranjero. Su primer barco fue el RAVENNA, un pequeño vapor con el que en 1924 comenzaron a exportar materias primas a diversos puertos del Mediterráneo occidental. En 1928 entraría en servicio el LANGANO. En los siguientes años se unirán a la flota el FEDERICO (1931), EUGENIO (1934), ENRICO (1934), ANTONIETTA (1935), BEATRICE (1935) y GIACOMO (1935), estos cinco últimos bautizados con los mismos nombres que los hijos de Don Giacomo. Al comienzo de la II Guerra Mundial la flota de Costa contaba con estos ocho buques, pero solo uno logró sobrevivir al conflicto, el LANGANO. Tras la guerra, poco a poco y con mucho tesón, la empresa consigue recuperarse gracias a la demanda cada vez mayor de tráfico de pasajeros que viajan de emigrantes hacia América debido a la crisis económica de aquellos momentos, por lo que la empresa Costa se volcará de lleno en este negocio, para lo cual necesitará adquirir nuevos barcos. Así en 1947 llegó a sus manos el ANNA C.

Se trataba de un carguero botado el 12 de marzo de 1929, encargado por la naviera británica Prince Line a los astilleros Ligthgows Ltd., Port Glasgow. Lo bautizaron con el nombre de SOUTHERN PRINCE y entró en servicio en agosto de 1929 haciendo la ruta de Sudamérica. Durante la Segunda Guerra Mundial fue requisado por la Armada británica. Una vez acabada la guerra quedó atracado a la espera de un nuevo destino. Y así en 1947 la familia Costa lo adquirió y se lo llevó a Monfalcone, Trieste.

Fue sometido a diversas reformas que se desarrollaron durante casi un año, a cuyo frente se encontraba el acreditado arquitecto e interiorista nacido en Venecia en 1898 Giovanni Zoncada. Había entrado a trabajar en el departamento de interior y decoración de la Cantiereri Navale Triestino de Monfalcone; años más tarde se convirtió en uno de sus directivos. Sus diseños, modernos a la par que elegantes, fueron tan del gusto de Costa que mantuvo su relación con el afamado decorador durante treinta años, consiguiendo que el interior de los buques de Costa tuviesen su propia identidad dejando su impronta el diseñador.

Comenzó así una nueva etapa para este buque de casi 11.000 toneladas, con una eslora de 156,67 metros y una manga de 19,51 metros, además de un motor diesel Fiat con el que pasaba su velocidad de 16,5 a 20,5 nudos. Su casco, de proa y popa rectas, fue pintado de blanco y su única chimenea de amarillo, en un principio con dos bandas negras y la “C” emblemática de la empresa en medio. Luego, a partir de 1950 se suprimió la banda inferior.

Tenía capacidad para 850 pasajeros en camarotes que presentaban el lujo de disponer de aire acondicionado, siendo el primer buque de pasaje con vocación crucerista que ofrecía esta comodidad, así como una decoración interior confortable y distinguida.

La familia Costa observó con mucha perspicacia que el final de la Guerra podía ser el comienzo de un nuevo orden económico: por un lado Italia se había quedado sin flota de pasaje, y por otro la grave crisis de postguerra azotaba el país hasta el punto de disparar la demanda de pasajes con destino hacia América, en busca de nuevas oportunidades, como ya hemos visto. Así, en 1947 la empresa Giacomo Costa fu Andrea, claro su objetivo de convertirse en flota de pasaje, cambió su nombre por el de Línea C, y el 31 de marzo de 1948, el ANNA C zarpó desde Génova hacia Buenos Aires, con una escala en Río de Janeiro, iniciándose así un nuevo y floreciente negocio, porque se anticiparon a una segura crisis futura, esto es, más tarde o más temprano el auge de la emigración entraría en caída libre, por lo que en los mismos barcos que llevaban emigrantes hacia América, también podían viajar pasajeros de vacaciones con todas las comodidades en la primera y en la segunda clase (las cuales, evolucionaron para este cometido), es decir, se trataba, igualmente, de un crucero de placer. El ANNA C no solo fue pionero en pasar de linier de transporte a crucero de vacaciones, también escribió un pequeño renglón en las páginas de la Historia de la Navegación: fue el primer trasatlántico que cruzó el Atlántico Sur tras acabar la II Guerra Mundial.

Se le esperaba a mediodía del miércoles 12 de mayo de 1948, pero sufrió un retraso de pocas horas: por fin y procedente de Buenos Aires, el ANNA C hizo su entrada en el puerto de Santa Cruz de Tenerife por primera vez siendo testigo de las importantes obras de ampliación, que por aquellos días se llevaba a cabo en las infraestructuras portuarias, bajo la dirección del ingeniero D. Miguel Pintor, en la etapa en que D. Francisco La-Roche era presidente de la Junta de Obras de este Puerto. Compartió maniobras de atraque con las de salida del buque holandés ORANJEFONTEIN el cual llevaba 187 pasajeros a Lourenço Marques, Mozambique. Traía el ANNA C 345 pasajeros a bordo. Quedó amarrado en el Dique Sur para su aprovisionamiento. Mientras tanto zarpaba hacia el puerto de Las Palmas el cañonero de la Armada Española NÚÑEZ DE BALBOA, que llevaba a su bordo al Capitán General de Canarias D. Francisco García-Escámez entre otros altos mandos militares. Cuando terminaron las operaciones de abastecimiento, el ANNA C zarpó rumbo a Génova con escalas en Lisboa y Cannes.




El ANNA C constituyó un sistema de viajes que alcanzó tal notoriedad que la naviera Costa se animó a adquirir más buques y reformarlos conforme a las nuevas necesidades. Ya bajo la categoría de cruceros de placer podemos destacar al MARÍA C (1948), FRANCA C (1953), BIANCA C (1956-57), FEDERICO COSTA (1957), COSTA FRANCA (1958), EUGENIO C (1964)…, y más modernamente los aún más lujosos COSTA ATLÁNTICA (1999), COSTA MEDITERRÁNEA (2000), COSTA TROPICALE (2001), COSTA EUROPA (2002), COSTA MÁGICA (2004), COSTA CONCORDIA (2006), …

El ANNA C fue remozado en 1952. Se le sometió a diversas reparaciones entre las que destaca la sustitución de su planta propulsora, y diez años después fue reformado en su interior con la intención de alojar 202 pasajeros en primera clase y 864 en segunda, con todo el confort que estos demandaban. Y esto es así porque tras la reducción de la corriente de emigrantes, el ANNA C comienza, en 1953, a realizar cruceros de placer muy exclusivos por el Mediterráneo haciendo escalas en Génova, Cannes, Barcelona, Palma de Mallorca, Trípoli, Nápoles y Capri. En 1964 se incrementa de un modo notable el mercado de cruceros por el Caribe, por lo que el ANNA C comienza a hacer rutas de tres y cuatro días saliendo desde Miami.

Tras cuarenta y dos años surcando la mar, y veintitrés de ellos perteneciendo a la firma Costa en los que reinventó el moderno concepto de turismo de crucero, llegó su final. En 1971, el blanco inmaculado con que vestía su majestuosidad se vio súbitamente ennegrecido por la peor de las tragedias: un pavoroso incendio lo dejó muy maltrecho, llevándolo a permanecer amarrado durante varios meses en un muelle genovés mientras sus armadores tomaban una decisión, y esta no pudo ser otra que la única financieramente factible. El 6 de diciembre de aquel año el ANNA C, herido de muerte y sabedor de su fatal destino, abandonó por última vez el puerto de Génova, su puerto base de siempre, para, a remolque, dirigirse silente y resignado a La Spezia donde le esperaba el inclemente soplete para acabar con su ya agónica existencia.


En los años 70 un segundo crucero llevaría el nombre de ANNA C.

Pero la vida continua y la pérdida para Costa fue imperceptible; a día de hoy, en el siglo XXI, Costa Cruceros es una de las compañías de cruceros más prestigiosas del mundo, (aunque se haya convertido en filial de otra de mayor calado financiero, Carnival Corporation), con una flota de más de una decena de trasatlánticos de lujo a cual más atractivo, que con una constante capacidad de innovación ofrece cruceros de ensueño a casi un millón de clientes al año y que no se conforma con los habituales por el Mediterráneo o el Caribe, también oferta Sudamérica o el Océano Índico: los pioneros de ayer son los innovadores de hoy. Tras 60 años realizando cruceros, el liderazgo es incontestable.

© Ramiro y Coral González

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Para la elaboración de este artículo han sido estimadas las siguientes fuentes, que a continuación se relacionan:


Periódico “La Tarde”, Sta. Cruz de Tenerife (12-05-1948, portada y pág. 4).

Periódico “El Día”, Sta. Cruz de Tenerife (12-05-1948 pág. 3 “Información del Puerto”)

Periódico “El Día”, Sta. Cruz de Tenerife (13-05-1948, pág. 3 “Información del Puerto”).

Periódico “Diario de Avisos (05-05-2001, pg. 3)

“Los Presidentes del Centenario”. Autor: José M. Ledesma Alonso. Puertos de Tenerife. Autoridad Portuaria de S/C de Tenerife.

"Great passenger Ships of the World", Arnold Kludas. Volumen 3. ISBN 0-85059-265-8


Wikipedia

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Agradecimientos:

A la Biblioteca de la Universidad de La Laguna, por su magnífica hemeroteca.

3 comentarios:

aldo bernardis dijo...

En el diario Noticias Gráficas del
19/04/1948 hay una nota y una fotografía sobre la llegada a Buenos Aires de este buque.
Título: un inmigrante "bambino" de pocos meses; Aldo Bernardis soy yo.

aldo bernardis dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Diego Balboni dijo...

Hola Aldo, como hago para encontrar el recorte del diario noticias graficas?...me interesa mucho ese articulo...saludos

diego

dbalboni@grinbalb.com